jueves, 27 de mayo de 2010

“BURRO QUE PIENSA SE LE CAE LA CARGA”



Como un aporte a la cultura de nuestros fieles lectores MUNTAZER COMICS pone a su disposición algunos extractos de la BURRIPEDIA, la fuente oficial de datos del único héroe de la clase obrera de los cómics, nuestro pollino mutante favorito: EL BURRICORNIO.

En esta oportunidad ofrecemos la perspectiva filosófica del célebre pensador postchoublanquista Ramón de Éfeso[1], reconocida autoridad en Simbología Aplicada, la cual es doblemente interesante ya que explica tanto la fuente de los increíbles poderes de aguante que tiene nuestro Paladín Orejudo como su motivación para la lucha.

Al respecto dice el Filósofo:

“El tema es espinoso como pocos; pero podemos ensayar una respuesta si rastreamos el pensamiento de Friedrich Nietzsche. Así, vemos que en su conocida obra "Cómo se filosofa a martillazos", afirma:

Sentencia 11
‘¿Puede darse un burro trágico? ¿Puede admitirse el caso de alguien que sucumbe bajo una carga que no puede llevar ni arrojar?... He aquí el caso del filósofo.’

Y yo creo firmemente que por aquí va la cosa. Fíjese Ud. que El Burricornio (El Burry, para los amigos) no sucumbe bajo ninguna carga... ¡Y las lleva todas y no arroja ninguna! ¡Jamás! ¡Nunca! Por lo tanto, no es filósofo.”

Ramón de Éfeso enciende su pipa, toma de nuevo el libro (Muy manoseado por cierto; se ve que estudió para esta entrevista) y señalando un párrafo dice entusiasmado:

“Y sigue diciendo Nietzsche: ‘increscunt animi, virescit volnere virtus’: Se crecen los ánimos, se fortalece la fuerza con la herida’. Y acota: Esos son los poderes del Burricornio, mi estimado amigo.

Pero lo más revelador del sustrato Nietzscheano del personaje, ocurre cuando el viejo Friedrich sostiene que "...Existen en el mundo más ídolos que realidades...". De todo lo cual podemos concluir que nuestro Burricornio no pretende ser un ídolo (superhéroe) sino una realidad (o por lo menos aproximarse a ella); es un burro trágico que no sucumbe ante ninguna carga y se fortalece con las heridas (golpes, mamporros).
El Burricornio, como burro trágico, no es un pesimista. Precisamente dice sí a todo lo problemático y pavoroso. Es dionisíaco…

De tal suerte que con una estructura así de trágica y dionisíaca (Nietzsche ya había comenzado su contemplación de lo que siempre fue para él -lo mismo que para Heráclito- el mundo del movimiento sin detención: la realidad como desmesura inatrapable, erupción creadora de nuevos y cambiantes valores, vibración expansiva y circular) el Burricornio tanteará todos los ídolos (verdades eternas) que consumen al ser humano en el devenir de su existencia.

¡That's my Burry!

Ramón de Éfeso.”


Esperamos sinceramente que con esta nueva perspectiva, los manganzones de Siverio y Arana se decidan a terminar de una buena vez el cómic que prometieron y a ponerlo a disposición del respetable público. Yo, sinceramente, ya no encuentro con qué amenazarlos.

Muntazer Montes.



[1] Entre otras cositas, fue el tutor de la tesis doctoral de Robert Langdon; pero las malas lenguas dicen que en realidad fue el verdadero autor y que Langdon le pagó una jugosa cantidad para comprar su silencio.

"Creo que esta gente de El Burricornio está construyendo la nueva literatura del sigo XXI".
Norma H. Martin. The Boston Tribune

"Existen historias dignas de ser contadas, aunque al final no quede nadie para hacerlo. El Burricornio es una de ellas".
Rodney S. King para The Guardian.

2 comentarios:

  1. Ya no sé qué pensar de estos tipos. Parecen no tomarse en serio un asunto tan grave como esto de hacer comiquitas. Sigo esperando que publiquen el dichoso cómic para ver si como roncan duermen...

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  2. Tienes razón Luther.
    Seguiremos roncando y durmiendo a pierna suelta como nos venga en gana, querido amigo.
    Además, la vida es tan corta que no vale la pena tomarse nada en serio.
    Claro, a menos que seas un vampiro...

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